20 de diciembre de 2010

¡Cine, Arquitectura y Algo Más! (El Hombre de Al Lado)



Para comenzar esta crítica, en primer lugar debo dar una pequeña y corta reseña sobre arquitectura:
Le Corbusier (1887-1965) está considerado como uno de los arquitectos más importantes del siglo XX. Nació en la localidad suiza de La Chaux-de-Fonds y a los 29 años se radicó en París. A lo largo de su carrera, de todas formas, viajó a distintas partes del mundo.
El único edificio diseñado por Le Corbusier que se encuentra en el continente americano es la Casa Curutchet, ubicada en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Su construcción se llevó a cabo entre 1949 y 1953, con ciertas particularidades por el contexto urbano.
El Hombre de al Lado, es la película Indie argentina que sorprendió a la crítica "especializada" en este país y en todos los festivales en los cuales a competido, llamándola, original e innovadora. ¿Y por qué es así?
Porque fue una película que no se refiere a un solo género, aunque se la presente como un drama. Existen líneas de humor muy sutiles que sólo con prestar un poco de atención son captadas.
Debido a la historia y arquitectura de la casa, la película está filmada con muchas tomas muy extensas de un solo ángulo. Posee una fotografía que aprovecha muy bien, en algunos planos y tomas abiertos, la arquitectura del lugar. Una dirección de arte irreprochable, que encaja muy bien a la profesión del personaje principal. La escena inundada de silencio, sin música que marque ritmo ni suspenso alguno; llamativa la forma de filmación como si se trataran de tomas casera de algún aficionado a la cámara digital. Un sonido espléndido.
Dos grandes actuaciones de la pareja protagónica, que logran escenas incómodas para el espectador que de alguna manera se podría encasillar en ambos personajes a cualquier argentino en sus zapatos. Quiero decir que los personajes son muy bien captados dos vidas sociales muy diferentes que conforman la sociedad argentina, aunque para ser más exacto, la vida social porteña. Y el resultado sería ver una confrontación y cuales serían las medidas para poder llegar a un acuerdo en su situación sin verse afectados y cada uno salir beneficiado. Queda en claro, que nosotros ni siquiera somos espectadores omniscientes y que mucho a la privacidad de los personajes no nos podemos inmiscuirnos, únicamente prestar con toda atención teniendo todos los sentidos despiertos para seguir el hilo y la trama de esta historia.
El hombre de al lado no es una película para muchos, sino para aquellos que disfruten de las película sin música pero que despierte emociones de igual modo. A la película le sobra 20 minutos a mi parecer pero sus últimos 5 minutos, que sorprenden, nos dejan un final casi imposible de digerir.

4/7: BUENA

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