Otro año más que se va, otro año más que llega...odio los balances, y mas odiaría realizar el de este año...porque me pasaron suficientes cosas buenas como para poder catalogar este año de 10, pero al mismo tiempo me pasó algo que no se si cambiará mi vida determinantemente pero que causó un efecto al cual yo no estaba acostumbrada.
Tuve felicidad y momentos mecanizados...
Por eso decidí que esta sea mi primera aparicion en este blog que es tanto de todo y mucho de nada...como mi vida misma y como la vida de tantas personas en este mundo.
No hay que hacer balances, hay que vivirlos...porque la vida y los balances son como las películas... hay que verlas, porque en las películas suceden cosas, y según que tal haya sido te dejan sensaciones, gustos o quién sabe, quizas nada...pero a la película se la vive.
Los balances son exactamentes iguales, para vivirlos, no para hacerlos, porque la vida se hace, se siente, se desgusta y ahí es adonde se llega al final (en este caso del año) con las sensaciones, gustos, o quién sabe, quizas nada...del año anterior.
No es necesario organizarlos y mecanizarlos por medio de un balance porque tanto la felicidad, como la tristeza con cada gesto o cada sabor surgió en su momento porque si...sin más vueltas y hay que guardarlos así, porque si...
Feliz año nuevo para todos...
"No planeen sus vidas, dejen que surjan"
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