Desde que surgieron las primeras imágenes en movimiento, el cine siempre se ha honrado así mismo. Películas que hablan de sucesos cinematográficos o que rinden homenaje a algún momento preciso en la historia de este, han desembarcado en la pantalla grande.
El Sueño De Walt Disney (que no es un título muy pobre
para el filme a diferencia de su título original en inglés) nos lleva a los
momentos previos de ese gran éxito y clásico que fue Mary Poppins, en donde el padre
del ratón Mickey lucha por convencer a la escritora del libro a venderle los
derechos, la cual se reusó a hacerlo durante 20 años.
P.L. Travers es interpretado por una más que imponente
Emma Thompson, quien es realmente la que lleva puesta la película entera. Logra
componer a un personaje totalmente malhumorado y negativo, todo lo contrario a
su personaje literario. Junto a Tom Hanks, como Disney, desbordan la pantalla
de grandes momentos humorísticos y dramáticos, siendo estos lo mejor del filme. Aun me resulta extraño ver que estas dos grandes actuaciones hayan sido olvidadas en los ultimos Premios Oscar.
Los secundan grandes actores, pero cabe destacar a un Colin
Farrel que logra su mejor papel hasta la fecha, como el padre de la escritora,
y a Paul Giamatti chofer de la misma en su estadía en Los Angeles.
El Realizador de la misma, John Lee Hanckock, apelando a flaskback muy bien logrados e
implementados relacionados a la nieñez de la señora Travers, nos llevó más
allá del detrás de escena de Mary Poppins; a esos momentos previos en los
cuales la escritora volvía loco a los guionistas y hasta al mismo Disney para
que su niñera no fuese vapuleada en la adaptación
cinematográfica, siendo ella asesora de la misma, condición que puso para ceder
los derechos.
Definitivamente esta película, que en momentos recurre al
golpe bajo, logra emocionar al espectador con la simple idea de hacerlo volver a ver
ese gran clásico de los sesenta.
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