Disney
vuelve a lo tradicional. Recupera aquello que lo hizo una mega factoría de animación,
la más importante de todas. Vuele a sus clásicos cuentos de princesas pero esta
vez las mismas son emprendedoras y
dispuestas a todo para vencer al mal.
Frozen
es ese regreso. Una película animada y musical nuevamente, que cuenta con la
magia de aquellos tiempos pero esta vez, adornada con las mejores técnicas en animación
de nuestra era. Muy bien lograda, es evidente que cuidaron hasta el más mínimo detalle en la digitalización
y musicalización de la misma. Merecedora de los premios recibidos; definitivamente
junto a Monster University, lo mejor en animación de un 2013 muy pobre y
carente de imaginación en esta área del 7º arte.
Contiene
una historia de fácil entendimiento pero no menos mágica. Personajes agradables
y otros no tantos, pero que en conjunto funcionan de mil maravillas. La platea
masculina que no disfrute los musicales menos podrá hacerla con esta a pesar de
ser una animación.
La
factoría del ratón Mickey retoma lo viejo, lo recicla, lo mezcla con lo más
nuevo y logra otra vez esa magia que siempre lo ha caracterizado.
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