"El Club De Los Desahuciados" (Dallas Buyers Club - Crítica)

En Hollywood las películas inspiradas en hechos reales se dividen en dos secciones: Grandes próceres y luchadores por la patria  que hicieron hasta lo imposible en defensa de su pueblo, y los pobres desahuciados que en  los momentos terminales de su vida deciden hacer algo más que salvar la propia.

Dallas Buyers Club es de las segundas opciones. Cuenta con un sólido guión que hace al espectador no aburrirse. Nos adentra a ese mundo de los 80 en donde el virus del HIV y el SIDA eran considerados, por dar solo un ejemplo, una nueva plaga y que los tratamientos posibles para combatirlos eran en su totalidad experimentales. Por esto se tenía por sabido que si poseías el virus era porque mantenías relaciones homosexuales y/o eras un drogadicto.

“El Club De Los Desahuciados” (Título con el que llega al país) protagonizada por un contundente y sobresaliente Matthew McConaughey quien se ve realmente comprometido en este papel muy diferente a los que nos tenía acostumbrados. Junto con Jared Leto llevan su condición física al extremo para no valerse de efectos especiales a la hora de componer a estos dos personajes.
Película fuerte, y no por crudezas en las imágenes sino por la historia llevada a cabo. Que se debería ver, ya en estas alturas del siglo XXI, sin prejuicios y ponerse en la piel de los personajes, quienes para poder cambiar las reglas del juego debieron desobedecer las leyes por su propia salud y las de todos que se encontraban en su misma condición. Porque ellos mismo fueron los que supieron que en realidad el HIV y el SIDA no discriminan a nadie.