En el mundo globalizado las prescripciones médicas cotizan en la bolsa. Y el dicho -la cura es peor que la enfermedad- se aplica de lleno en este thriller psicofarmacológico. Steven Soderberg realizó este filme de seudo denuncia a la mala praxis de los médicos psiquiatras que utilizan a sus pacientes como ratas de laboratorio y la industria farmacéutica que los usa como agentes de mercado.
La historia, comienza con muy pocos datos aportados enfocando la dirección de la trama hacia el drama. Pero las situaciones van siendo un poco confusas y requieren deL total de nuestra atención ya que junto a los protagonistas vamos desvelando los oscuros misterios y el quién es quién que va presentando la trama.
El final es redondo por un buen desarrollo del guión cuyo objetivo es entretener y mantener la mente del espectador dentro de una historia, que posiblemente puede aplicarse a la de uno, pero que por cien minutos otros son los protagonistas.
Soderberg demostró anteriormente como se manejó y maneja la industria farmacológica en épocas de pandemias y ahora en épocas de crisis económicas y sus métodos para introducir un producto en el mercado de consumo.
Moraleja: Ante la duda, Piénsese dos veces antes de consultar a su médico.
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