20 de febrero de 2013

La Niña del Sur Salvaje (Crítica)


Un gran logro supo ser la ópera prima de Benh Zeitlin. En la misma nos muestra un paisaje donde se reunen los instintos de supervivencia más salvajes, y que son en su totalidad opuestos a la vida civilizada. Se ve claramente el cómo sus personajes viven despojados de lo materiales solo poseyendo lo que llevan puesto. El cómo obtienen el propio alimento diario y cómo con la regla de no llorar, se logra ser fuerte ante la adversidad, una sociedad civilizada empeñada a que abandonen sus salvajes tierras y su salvaje estilo de vida.
Es la visión del mundo de una niña de seis años que no tiene absolutamente nada, que cree que el mismo se rije por un orden natural forjado por la vida. La misma vida que ve amenazada por un desastre natural por el cual está a punto de perderlo todo.
Cabe destacar la actuación de la protagonista principal, Quvenzhané Wallis, quien nos hace estremecer con su interpretación (merecida nominación al oscar) quien acarrea con un padre totalmente despreocupado, quien ve su mundo avatido y amenazado por la naturaleza.
A nivel técnico es buena, a pesar de ser una cinta independiente y que la mayoría falla en este aspecto. En la narrativa posee pequeño baches que hacen que la historia pierda un poco el ritmo, no obstante su corta duración solventa lo anterior.
"Beasts of the Southern Wild", en su título original, posee esas características de cine independiente que fascina en festivales pero que no es lo suficientemente convincente para las grandes masas.

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