Un intento de bomba lacrimógena es esta película. Se hizo sólo con a intención de hacer llorar al espectador. Nunca deje de mirar el reloj y de adivinar lo que sucedería en cada escena. Es evidente que el público buscado en esta película es de adolecentes pubertos. Sólo se puede destacar la chispa en las misma de Chloë Moretz pero que no logra crear química con su compañero de elenco. Es más tanto me aburrió y molestó la misma que ni ganas me quedan de finalizar esta seudo-crítica.
Sepan disculpar.
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