Es evidente que este proyecto fue realizado a las apuradas sin darle un tiempo a contar una buena historia. Posee sus buenos sustos, pero por su narración sólo son utilizados los recursos de asustar con escenas rápidas y cosas que se mueven de por si sola. A olvidar ese terror psicológico, que se mete en tu cabeza y no deja de girar en la misma como me sucedió en El Conjuro.
Ni siquiera cumple la función de entretener. En este caso el clásico "muñeco diabólico o poseído" no da resultados. Sólo queda esperar la segunda historia de los Warren y olvidar este Annabelle Inicia.
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