1913-1914 Extraños acontecimientos, que poco a poco toman carácter de castigo ritual, se dan cita en un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania. ¿Quién está detrás de todo esto?
Los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros conforman una historia que reflexiona sobre los orígenes del nazismo en vísperas de la I Guerra Mundial.
Luego de ver esta película surgió la pregunta: ¿Será la más grande obra del séptimo arte europeo, o es una miérda que todo mundo por tirarse los intelectuales la clasifican como tal?
La respuesta no es ni una ni la otra, a mi parecer. Michael Haneke, nos emerje en un mundo sombrío, remarcado con una fotografía en dos tonos de colores: blanco y negro. Donde no existe otros matices, solo estos dos que remarcan lo que está bien y mal, quién da las órdenes y quienes son los que las deben obedecer. Marcan rectitud, lealtad,disciplina y superioridad ante los demás; los mismo principios que los nacionales socialistas alemanes infundieron a sus seguidores para sembrar el odio, el desprecio horror y muerte.
Este film es una introducción a todo ello. En este pequeño pueblo se vé como esos principios van remarcando a toda una sociedad y luego a un país entero, que luego cambiarían el rumbo de la historia. La cinta propone dejar en claro cómo se fue cimentando el fascismo en Alemania, con un caso concreto ocurrido en un pueblo regido por el autoritarismo y por la represión. Un pueblo donde la represión nacía por instinto en personas serias, sin pisca de alegría, machistas y patrialcales y que marcaban la diferencia entre los que tenia fortunas y los que no.
Esta película nos muestra como, poco a poco el diablo se apoderó, por medios educativos, de niños que serían los mismo en desatar y avalar la segunda guerra mundial.
La contracara sería que es una película sin alma, con pocos ánimos de hacer que el espectador la disfrute, sino más bien, la odie. Pero esa es la intención del director, esa es la idea de la proyección. Una película en blanco y negro, sin vida, sin pasión; solo demostrando odio y desolaciones, castigos, miserias, egoismos. Es así cómo el director ve a aquella época. Es lenta pero envolvente, sin una música que la acompañe, para hacerla más densa aún, produciendonos que la odiemos pero esperando su final. Esta película es un fiel reflejo de aquellos momentos en dónde se veía el desprecio sobre aquel que se consideraba inferior.
La cinta blanca es un film que nos dejará con una acidez frecuente. Esta es una historia imposible de digerir al no concebir la idea de que una sociedad así pudiese o no haber existido (por más que sea una idea original), pero que no fue para nada dificil dirigir a su director por la simpleza marcada.
Esta historia es el principio de lo que tendría final 30 años después, es por ello que no esperen un descenlace sorprendente ya que es frío, lineal y sombrío como toda la película.
La cinta blanca es una película MUY BUENA por todo lo que reflejar, pero que es como una purga para los amantes del cine pochoclero y para los que no estan acostumbrados a películas filmadas como a principios del siglo pasado.
MUY BUENA
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